Boletín n. 6
22/12/2022
Sumario
- Testimonio: La familia de Monseñor Zinkovskiy fue deportada en la URSS: hoy es obispo en Karaganda
- Cuestiones de fe: Existencia de Dios (5)
- Creer para vivir: Elección tras elección
- Noticias
Testimonio
La familia de Monseñor Zinkovskiy fue deportada en la URSS: hoy es obispo en Karaganda
El joven obispo que no oyó hablar de Dios hasta los 15 años: fue educado en el ateísmo soviético
Yevgeniy Zinkovskiy tiene 46 años y desde el mes de septiembre de 2022 es obispo auxiliar de la diócesis kazaja de Karaganda, en Asia Central. Este joven prelado ha sido elegido por el Papa para una sede episcopal que abarca un territorio mayor que toda España y Portugal. Su rebaño, apenas 20.000 católicos repartidos en esta vasta zona donde la mayoría de estos creyentes son descendientes de los deportados por la Unión Soviética.
Precisamente, este joven obispo proviene de una de estas familias. Sus abuelos eran de origen polaco en una zona que pasó a formar parte de Ucrania y por tanto de la Unión Soviética. Fueron deportados hasta esta zona de Kazajistán, a la postre donde acabaría naciendo monseñor Zinkovskiy.
“Los que crecimos en la antigua Unión Soviética sabemos lo que es el ateísmo y la miseria de la falta de fe. Siempre pensamos que la gente en Occidente creía en Dios. Pero, con el tiempo, todos han visto que esto no es del todo cierto. Por eso toda persona, dondequiera que esté hoy, se enfrenta en su vida al desafío de la fe y a la invitación del Señor a acoger su Amor”, afirma sobre su juventud en la URSS y la secularización actual de Occidente.
Su historia es de lo más llamativa. Debido a la furibunda persecución que había contra la fe nunca le hablaron de Dios hasta los 15 años, cuando casi por casualidad se enteró de que su padre y su abuela eran fervientes católicos. Para proteger a su familia nunca lo exteriorizaron. Aún así, luego supo que en su familia habían acogido de manera clandestina a sacerdotes y monjas durante aquellos duros años.
Sin embargo, acabó conociendo a Dios y cuando el telón de acero se venía abajo, un sacerdote polaco visitó su pueblo. Lo hizo enarbolando una fe sin complejos y vistiendo ropa clerical. Este hecho le dejó completamente en shock, y fue el punto de inflexión que cambiaría su vida para siempre. Pese a la fragilidad de estas Iglesias minoritarias Dios sigue llamando a jóvenes al sacerdocio y a la vida religiosa.
“Después de un tiempo, escuché la voz de Dios llamándome a ser sacerdote. Pero, ¿cómo encontrar un lugar para convertirse en sacerdote católico? No había seminario católico en Kazajistán o en Rusia en ese momento. Pero tuve suerte. El abad me dijo que podía ir a Polonia, convertirme en sacerdote allí y regresar a Kazajistán”, añade. A su vuelta de Polonia ya como sacerdote, estuvo en una parroquia, iba a otros pueblos donde no había estructuras de la Iglesia y ayudaba al obispo. Y entonces en el país se decidió abrir un seminario en Karaganda, en principio para los jóvenes de todo Kazajistán pero que se acabaría ampliando a todo Asia Central.
“Después de terminar mis estudios pude regresar a Karaganda y enseñar Filosofía en el seminario. Pero no solo eso: la filosofía ayuda a una persona en su búsqueda para comprender a otra persona. Especialmente ahora cuando tantos sucesos, tragedias y dolores aparentemente incomprensibles están sucediendo a nuestro alrededor. La fe en Dios nos da respuestas, pero hay tantos que no creen a nuestro alrededor… ¿Cómo los entendemos? ¿Cómo podemos ayudarlos?”, señala sobre la importancia de esta formación.
Monseñor Zinkovskiy es consciente de las dificultades de la Iglesia en Kazajistán, pero afirma que el Señor da alegría en su misión: “además de servir en la curia, el seminario y la Conferencia Episcopal de Asia Central tengo la oportunidad de visitar nuestras comunidades parroquiales, a nuestros fieles, hermanas monjas y sacerdotes, que están sirviendo celosamente a la Iglesia”.
Por otro lado, el joven obispo hace una breve radiografía del catolicismo en este enorme país asiático explicando que “la Iglesia Católica en Kazajistán es una iglesia minoritaria. Pero es a nosotros que el Señor dice: ‘No temáis, pequeño rebaño’. Los fieles católicos de aquí son en su mayoría descendientes de los pueblos deportados a nuestro país durante las represiones estalinistas. Por lo tanto, todavía hay en nosotros un cierto temor, también por la fe. Pero ahora hay libertad religiosa en nuestra nación. Podemos aprender en la práctica cómo vivir con personas que no son creyentes o que creen de manera diferente”.
Religión en Libertad 19 junio 2022
Cuestiones de fe
Existencia de Dios (5)
La ausencia de sentido
Como ya dijimos, ante la> cuestión sobre el sentido de la realidad caben tres actitudes: 1) negar que exista un sentido, 2) no plantearse la cuestión del sentido y 3) aceptar la existencia de un sentido.
La primera opción es negar que haya un para qué. La realidad no está ordenada hacia ningún sitio y nuestra existencia tampoco.
Esto contrasta con nuestra intencionalidad. Hacemos las cosas para algo y buscamos algo continuamente. En base a eso valoramos la realidad. Si en la vida no buscamos algo, la vida se convierte en aburrida y sin sentido.
Si la realidad no tiene un para qué, entonces no tiene valor. Supone amar y sufrir en la vida para nada, porque nada tiene sentido. Yo puedo sufrir si se que ese sufrimiento sirve para algo, si tiene un sentido. Sin eso, el sufrimiento se hace insoportable.
La propia historia del universo marca una evolución hacia algo, hacia una finalidad que desconocemos. Resulta difícil negarlo en un universo tan ordenado.
Creer para vivir
Elección tras elección
Elegir libremente el bien
Hay películas donde al héroe no le queda más remedio que serlo, por ejemplo Rambo, dado que la vida le ha preparado para serlo.
Es como si una persona dijera que es trabajador porque la vida le ha obligado a trabajar y al final, sin quererlo, ha adquirido la virtud de la laboriosidad. Esto, evidentemente, es falso.
Las virtudes no se tienen sin querer. Es cierto que las personas tenemos más facilidad para adquirir determinadas virtudes. Pero para que haya una virtud tenemos que elegir realizar libremente los actos que llevan a esa virtud.
Para ser laborioso uno tiene que elegir libremente muchas veces los actos de trabajo que nos llevan a ser personas laboriosas. Si me obligaran a trabajar no habría virtud, si no una cierta facilidad para ello, pero nada más.
La elección libre de los actos dan su autentico carácter y fijeza a las virtudes. Crecemos en ellas porque las elegimos libremente. Si no los actos virtuosos no se consolidan de verdad.
Noticias
El día 23 a las 20.00 horas se bendecirá el Belén. Se agradece el trabajo de Javier y su equipo pese a las dificultades.
El día 29 de 11.00 a 13.30 se celebrará la peregrinación por los belenes de las iglesias del casco antiguo. Terminará con turrón en el club de mayores.
La misa de Navidad del día 24 será a las 19.30 horas. El día 25 serán como siempre a las 11.00 y 13.00.
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