Para personas poco religiosas

¿Dios es un adversario?

Para algunas personas, hoy en día, Dios se ha convertido en alguien que no me deja ser feliz. Parece que se opone a mi felicidad con sus mandatos.

Nos puede pasar que, con frecuencia, nos olvidamos de quién es Dios. Su poder es infinito y no me necesita para nada. Solo podemos explicar nuestra existencia desde un plan amoroso de Dios, aunque no entendamos todo.

Los renglones torcidos de Dios

La humanidad siempre se ha interrogado por la presencia del mal y del sufrimiento. Sus consecuencias han sido muchas veces tremendas.

Existe la tentación de negar a Dios ante el conflicto entre su bondad y la realidad del dolor. Pero ese camino no conduce a ninguna parte.

Solo un Dios que comparte nuestro dolor (la cruz de Cristo) arroja un poco de luz sobre este misterio. Solo un Dios todopoderoso (la resurrección) puede dar un sentido de esperanza al sufrimiento.

Dónde buscamos la felicidad

Los lugares donde el ser humano ha buscado la felicidad son comunes: el poder, el placer, el éxito y algún lugar más.

Todos esos modos de felicidad son limitados e inciertos. Suelen acabar en el vacío y en el nihilismo. A esto se une nuestro deseo de infinitud.

Así lo ha expresado Santa Teresa:
Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa,
Dios no se muda, la paciencia todo lo alcanza,
quien a Dios tiene nada le falta, sólo Dios basta.